Cómo las medianas empresas utilizan los recursos externos para obtener asistencia y servicios informáticos.
Los servicios informáticos avanzados pueden desempeñar un papel clave a la hora de hacer que las medianas empresas sean competitivas.
Cuando las empresas superan el umbral de los 50 trabajadores, tienen más probabilidades de contar con personal a tiempo completo,
cuando llegan a los 100 trabajadores y se convierten en una mediana empresa de verdad, casi todas disponen de una persona encargada
de la informática en plantilla.
Sin embargo, esto no siempre supone una ventaja con respecto a empresas de menor tamaño que suelen ser capaces de desarrollar sus
actividades correctamente sin necesidad de un departamento informático. Después de todo, sus necesidades informáticas son más sencillas,
con redes básicas, un número limitado de sucursales, y un número no demasiado grande de sobremesas y portátiles que gestionar y de los
que realizar un seguimiento.
Las grandes empresas (con más de 1000 empleados) pueden recurrir a una gran variedad de recursos (tanto intemos como extemos) para sacar
el máximo partido a sus recursos de sistemas. Las empresas de mayor tamaño también tienen acceso a las soluciones informáticas más sofisticadas,
que pueden adaptarse para satisfacer las necesidades.
Todo esto implica que las medianas empresas se encuentran en una situación complicada, va que necesitan los mismos tipos de capacidades avanzadas
que permiten a las grandes empresas prosperar, pero sin los mismos recursos de personal y presupuestos para respaldar actividades empresariales eficaces.
¿Qué pueden hacer las medianas empresas?
Los gastos en servicios aumentan rápidamente para las medianas empresas.
Un estudio de IDC ha demostrado que, una vez que las empresas alcanzan la cifra de los 100 empleados o la superan, cambia la naturaleza
de sus gastos en informática. En lugar de concentrar las inversiones en hardware y software, los gastos en servicios informáticos suponen
una parte cada vez mayor del presupuesto para tecnología. Este patrón se repite en las diferentes regiones, tanto en países desarrollados
como en los que se encuentran en vías de desarrollo. De hecho, algunas regiones, como Asia/Pacífico, muestran un aunento en los gastos
de informática dedicados a servicios a medida que las empresas crecen y alcanzan la categoría de medianas empresas.
Dos fuerzas fomentan el uso de estos servicios por parte de las medianas empresas. En primer lugar, está la necesidad. A medida que aumentan
su tamaño, las organizaciones necesitan cada vez más ayuda en relación con la informática pero el tiempo y los gastos asociados a la adición de
personal hacen que el uso de recursos extemos resulte una posibilidad mucho más atractiva. La segunda fuerza es la capacidad (posible gracias
a la misma tecnologia que es necesario gestionar). Diferentes niveles de servicios para diferentes necesidades.
Las medianas empresas deben informarse acerca de los tipos de servicios tecnológicos que necesitan, ya que la naturaleza de estos puede variar.
En esta etapa, es esencial obtener ayuda extema. Los proveedores de tecnología y los Channel Partner pueden ayudarle a explorar la jerarquía
informal de los servicios informáticos. La asistencia tecnológica básica es el punto de partida más frecuente para muchas medianas empresas.
Esta abarca desde la ruptura/reparación hasta el diagnóstico avanzado para ayudarle a identificar posibles puntos débiles y prever problemas
antes de que ocurran.
El siguiente nivel ofrece acceso a recursos específicos, a través de un servicio y no mediante la adquisición de software y hardware especializado.
En esto, básicamente, consiste la cloud computing, y suele tener la consideración de software alojado como la auromatización de la red de venta
aunque, en realidad, puede incluir diferentes recursos de infraestructura, como el almacenamiento en Intemet.
El nivel más alto de la jerarquía de servicios ofrece orientación operativa que va más allá de la simple potencia tecnológica. Es el tipo de ayuda de
asesoría que puede permitir a una empresa configmar e implementar recursos nuevos. Es posible que no todas las medianas empresas necesiten
administrar y planificar de forma exhaustiva los centros de datos de todos sus clientes, como los sobremesas y los portátiles y resulta útil contar
con una perspectiva general de las actividades informáticas actuales, así como de la foma en que las necesidades de infraestructuras tecnológicas
se consolidan con el tiempo.
Ray Boggs es vicepresidente del departamento de investigación de pymes y oficinas domésticas de IDe.
Para obtener más información, visite www.idc.com
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